jueves, 7 de marzo de 2019

VENEZUELA SE JUEGA EL VIRAJE DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA



Por: Sergio Salazar Aliaga

Venezuela da inicio al ciclo de los gobiernos progresistas, consigo trae la primera reforma constitucional abriéndose democráticamente y trayendo derechos que estaban postergados por las elites que controlaban los mercados de todo el país, con ello acompaño un discurso antiimperialista, rebeliones populares, una mirada hacia el socialismo, cambiando así sus relaciones de fuerza, el país hermano comenzaba a sentenciar un desenlace no muy favorable ante el imperio. Hoy Venezuela se juega el viraje de la izquierda latinoamericana.

Venezuela ha sufrido de un colosal bloqueo económico, de una guerra comunicacional a nivel internacional, desabastecimientos de productos, lo cual generó un déficit fiscal y una hiperinflación. El problema real es que Estados Unidos quiere el control de las reservas petroleras, pues el petróleo es el “tesoro de la fuerza mundial” algo similar les pasó a los países de Libia e Irak.

Estados Unidos tiene dos políticas de Estado: la primera el control del petroleó mundial y la segunda sus nuevas formas de intervención a países, es una buena lógica de conquista: energía y seguridad nacional, ese es el imperialismo del siglo XXI.

La importancia del petróleo en la economía mundial consiste en que es el recurso natural más importante porque se transforma en la energía mundial, también conocida como “oro negro”. Las fábricas, los procesos de industrialización, luces, calefacciones, plásticos, comida, todo se pararía sin esa fuerza energética, entonces el petróleo se ha convertido en la primera factura de la canasta familiar de los países a nivel mundial.

Donald Trump tiene una fuerte política energética, con proyectos como la shale oil o petróleo en lutitas, donde favoreció con licencias, mucho incentivo fiscales, construcciones de oleoductos y anillos energéticos que llegan desde la frontera con Canadá hasta el Golfo de México, es por eso que Venezuela también está dentro de su camino.

Venezuela ha sabido como resistir ante la avalancha imperial, la formación y herencia del Chavismo han hecho fuerte las movilizaciones en las calles, las respuestas inmediatas a los ataques producidos, el nivel de convocatoria, pero sobre todo la respuesta a la no violencia con la experiencia de las guarimbas, incluso hoy tuvo que aguantar hasta un supuesto presidente ficticio como es el caso de Guaidó, lo peligroso de la avanzada de la derecha es que, si logran concretar el golpe, los siguientes son Bolivia y Cuba.

Trump también se encuentra con un altísimo nivel de  disidencia en su gobierno, conflictos políticos – judiciales, un gobierno que estuvo paralizado y voces que salen a exigir  respeto a la democracia venezolana, a reclamar que sus conflictos tienen que ser resueltos por ellos solos. Por otro lado,  están los gobierno de México y Uruguay, tratando de apaciguar el escenario de conflicto con un encuentro entre Maduro y Guaidó, el primero acepto.

Hoy Venezuela se encuentra bajo el peligro golpista y con ella trae el porvenir de una región, el desenlace de la intelectualidad de izquierda y las fuerzas revolucionarias latinoamericanas incluso hasta el pos-progresismo.

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