Por: Sergio Salazar Aliaga
La empresa CORIMEXO sacó una nueva publicidad, continua bajo
el formato de campaña “100% cuero”, ¿Por qué nos hacemos a los sorprendidos?
Una vez más salimos a cuestionar a la empresa y a la modelo,
sin embargo considero que estamos cometiendo un error sobre el particularismo,
sobre la singularidad, y no es que descarte el hecho, pero quiero llegar hacer
una crítica más amplia y pensada cuestionando el sistema de producción
capitalista en el mundo.
Y es que una empresa que salte las normas de publicidad, o
que las violen apropósito para dar de que hablar o generar polémica, está
formulada bajo la cara del capitalismo de mercado, o de un capitalismo sexista,
y una modelo que participe de dichos spots está bajo la cara de un capitalismo
humanista, y claro ¿a qué me refiero con esto? la mujer es la libre y
apasionada enajenación de la libertad, y ¿Cuál es el límite de cuestionar su
libertad?
Haciendo apología a la frase feminista que dice “No quiero
ser la mujer de tu vida. Ya soy la mujer de la mía”. Stephanie la modelo
asegura que dar el paso de desnudarse tiene mucho que ver con un gran amor
propio y comodidad con su cuerpo.
Y si comenzamos a cuestionar su libertad pues nos hace más
machistas y más cosificadores, pues el agresor machista siempre busca la
eliminación de la libertad de la mujer, el agresor machista y esto, por ahí nos
hace recuerdo al senador cochabambino hace unos años, siempre busca
responsabilizar a la víctima: “ellas son las que provocan”, pero simplemente
son productos del pensar capitalista, porque el capitalismo es irresponsable, y
nos absorbe a su sistema sin poder salir de él mediante la televisión, el
cine,ambos plagados de violencia machista.
Por eso CORIMEXO es parte del lenguaje de una economía
mundo, de un sistema capitalista, la acumulación incesante es un concepto
relativamente simple: va ser el hecho de que personas o compañías como esta
sólo buscan acumular capital a fin de acumular capital, y que se unifican en su
estructura política y cultural, y nos hace hipócritas ante nuestras críticas, y
nos dice que no dejemos que la mujer ejerza su libertad porque la lleva a la
soledad y a su encierro,así que bajen, compañeras, esa pancartas de reproches y
de violencia que sigue siendo machista, pues el mundo machista es un mundo de
hombres capitalistas y ahora nuestra tarea es luchar contra él.
Porque sí existen mujeres lúcidas y corajudas que lo hacen y
buscan ser cada vez más libres. Y me recuerda a una obra de Sartre que se llama
Las manos sucias, en la que plantea que el político le dice al intelectual:
"¡Vos te mantienes puro, pero yo soy un político, tengo que meter las
manos en la mierda hasta los codos". Y hoy es necesario que las mujeres
feministas e intelectuales se mantengan afuera para que le griten al mundo que
“Nos estamos hundiendo en mierda”
Por eso lo jodido es este mundo capitalista…
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