Por:
Sergio Salazar Aliaga
Muchas de las personas que se
asomaron a ver la película lo hicieron por el nombre tan llamativo, no muy
presente en la cotidianidad de nuestro lenguaje, pero si existente en lo
coloquial, podríamos decir que fue un hecho marquetero con el objetivo de
captar, de atraer espectadores, en si parte de la película parece una propaganda
de televisión. En síntesis nos mal cogieron.
Nos mal cogieron en el mejor
sentido que le podamos dar, porque nos cambiaron de mirada dentro del cine
boliviano, necesitábamos esa crisis para poder salir de la lógica de las
películas que ya llevábamos haciendo, que lo típico o lo más común era juntar un
camba, un chapaco y a un paceño, hablando de política, de la salida de Goni, de
la guerra del gas, o lo más clásico el minero, como pasaba en “Sena Quina” de
Paolo Agazzi, de “¿Quién mató a la Llamita Blanca?” de Rodrigo Bellot, o de “Historias
de vino, singani y alcoba”, “Día de boda” de Rodrigo Ayala Bluske que por
supuesto marcaron una época y una etapa muy importante.
Sin embargo Bernardo y
Denisse Arancibia aparecen con un pensamiento independiente agarrando la fruta
prohibida, llego el momento que tenemos que hacer la crítica al sistema de vida
que tiene el boliviano, en sus particularidades y desde su cotidianidad, sobre
lo GLBT, el amor romántico, el sobre peso, el orgasmo, el rockstar, que muy
pocos se animaron a decir. Se animaron a coger la manzana por Eva y mordida por
Adán para la maldición humana.
Mal cogidas tiene muchas
significaciones, desde el lenguaje más machista, que es lo más común cuando uno
ofende a alguien, ahí la figura femenina siempre parece tomar un rol
protagónico, otra mirada puede ser en un plan de broma de ¡pobre mujer, que mal
sexo tiene!, pero en este caso lo vamos a entender como la carencia de
relaciones, el desconocimiento de orgasmos y padecimiento de mal humor, mal
carácter.
Me gusta mucho que en varias
tomas aparecen imágenes en cámara lenta y de fondo canciones, una de ellas: Obsesión
de Miguel Mateos, que me recordaron a esa publicidad ingeniosa de la cerveza Quilmes
en el 2004 con canciones argentinas, un musical hecho publicidad, bien
seleccionadas.
También se me vino a la
mente la película “virgen a los 40”, uno porque es difícil tratar un tema tan
difícil como el sexo, dos porque tiene humor y buen guion, tres la mezcla de
música con algunos clásicos, cuatro la búsqueda del placer en ambas, y es que
un virgen o una mal cogida es una persona que necesita un poquito de alegría a
su vida, y que la búsqueda del orgasmo es el mejor antídoto contra el mal
humor.
Al final de cuentas hay que
aprender que el sexo es algo natural, y que tampoco hay que sentirnos culpables
por disfrutar de él, que hay que buscar el orgasmo y conocerlo en algún momento
de nuestra vida, ahí nacen las ganas de hacerlo o las frustraciones por no
haberlo hecho, siempre terminan por salir a flote en algún momento y siempre es
el menos inesperado, como diría Mateos “Es imposible mi amor que tanta pena y
dolor nos haya sido impuesta por Dios o por quien sea, hay que darle pelea”.
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