Semanario La Época
http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=6615
Por: Anahi Alurralde Molina y Sergio Salazar Aliaga
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Por: Anahi Alurralde Molina y Sergio Salazar Aliaga
Este artículo es
producto de un debate constante, de reflexiones encontradas en conversaciones
vespertinas y nocturnas en las que las ideas son confrontadas una y otra vez,
muchas veces nunca llegan a una concreción común y otras veces si, como esta
ocasión donde a partir de la batalla de ideas este escrito pudo pensarse,
delinearse y concretarse.
Vamos a hablar del momento
histórico que vive Bolivia desde una perspectiva analítica y responsable porque
lo que nos interesa es poner en clave crítica la coyuntura del país.
De la Sociedad civil a la sociedad política.-
En Bolivia con la
construcción del Estado Plurinacional se ha llegado al punto de partida de la
integración, de la diversidad, del pluralismo como un rasgo constitutivo de la
sociedad, para lograr fortalecer su capacidad estatal, su representación en su
propia diversidad social, en múltiples ejes de la sociedad que antes estaban postergadas
y que se cristalizaron en el rostro de lo indígena, de lo cultural, de lo
regional que hace de la dinámica de la
diversidad social un óptimo social, es
el tejido social de estos once años que ha ido construyendo esta nueva
topología de Estado.
A partir de ciertos
teóricos podemos afirmar que la construcción del Estado Plurinacional fue pensada
en dos visiones, la primera en la línea de Toni Negri: la “forma multitud”, que
es la conjunción de asociaciones, campesinos, obreros, estudiantes, regantes,
gremialistas, sujetos que va construyendo la hegemonía, como categoría teórica,
que no es sólo en la acumulación de poder mismo como insistiría Gramsci. Y la
segunda un poco más corporativizada en sentido de varias clases e identidades y
también territoriales una “forma comunidad”.
Ese punto de partida
fue un movimiento para la propia sociedad donde ha girado el debate; pasamos de
constituir una sociedad civil al concepto de una sociedad política, que a once
años de refundación la sociedad boliviana está altamente politizada y es el
tiempo valido de una sociedad política. Además de esto es inminente contemplar
que es el tiempo de los auges de la tecnología, los sujetos (especialmente las
y los jóvenes) no solamente hacen una relación con la opinión pública sino que
también se reflejan en los medios alternativos como son las diversas redes
sociales.
Liderazgos móviles y la acción colectiva.-
Después del 21 de
febrero de 2016 se ha dado inicio o inaugurado la pos-verdad en Bolivia, los
altos índices de politización de la sociedad jugaron un papel muy importante,
nunca antes se había visto a la población tan atenta a temas políticos,
presentadora de televisión compartiendo cadenas por whatsapp, el cheff
enfurecido, el futbolista haciendo spot de propaganda política, los
universitarios debatiendo por las redes sociales, hay una voluntad de acciones o sentires conjuntas
en torno a un tema y a liderazgos móviles.
Las redes sociales
pueden construir liderazgos móviles y temporales ya que se pueden generar
agentes de opiniones a los que las personas siguen por los comentarios o por
las posturas políticas que se pueden presentar. Además es muy novedoso este
tiempo porque no necesitas un campo territorial, ni militancia corporativizada,
ni filiación sindical, es una acción colectiva emprendida por sujetos
desafiliados.
La dogmática
posmoderna se ha inyectado en el sentido común de las y los sujetos bolivianos
y nos ha conducido a un campo de abstracciones, hemos puesto en presente la
ontología de los titulares como acontecimientos del lenguaje, “el periodismo
tradicional ha muerto” y la divulgaciones de noticias falsas o verdaderas se ha
puesto en auge en este tiempo político de la banalización de la mentira.
Algunos intelectuales
o analistas políticos de la oposición han caído una vez más en esa trampa de
“moda”, la primera fue en el auge del neoliberalismo que personas como Jorge
Lazarte, René Mayorga, Carlos Toranzo dejaron de hacer investigación para hacer
interpretaciones de hechos, especulación, traslado de esquemas etc. Hoy analistas
como Iván Arias, Diego Ayo, Ricardo Paz entre muchos se alejaron de hacer
política, de hacer análisis, no pueden hacer buenas reflexiones y terminan
diciendo: “Si sale Evo haremos la Marcha
desde Patacamaya y vendremos trotando”, o “Saldré desnudo en la fuente del Prado”, es una intelectualidad
decapitada que sólo juega con el sentido común de la gente.
Ese sentido común
puede ser favorable para este tiempo de pos-verdad donde se valida la mentira,
tiene buen efecto político y se aprueban entre ellos, se abandona lo académico
para validar ideas-fuerza.
Álvaro García Linera en su último texto ¿Qué
es una revolución? habla que la última batalla del día es la del sentido común,
que estamos en la lucha, en la batalla del sentido Común, y hay que cambiar los
esquemas mentales que reestructuren los sistemas de valor de la vida cotidiana
de la sociedad entera. “La lucha por un
nuevo sentido común y estructuras organizativas de las clases laboriosas son
las tareas fundamentales en el proceso revolucionario; esto es, el impulso a
convertir la fuerza de movilización autónoma de la sociedad en poder político
capaz de desmontar las estructuras de poder de las antiguas clases dominantes”.
Por eso hoy estamos en
un tiempo de pelear las significaciones de los conceptos como una visión
touriana de la acción colectiva dentro del Movimiento al Socialismo, tenemos
que batallar por la resignificación de las categorías, hay que romper la
lectura irracionalista de la oposición. Y hay que develar la crisis de
representación que palapa en las calles, por ejemplo después de dos años del
21F, la gente se organizó y salió a pedir que se respete su voto, bajo el
slogan de que Bolivia dijo No, pero lo interesante es la crisis que tienen a
nivel de representatividad. Muchos fueron con la tri color o la cara pintada, pero
al ver a panelistas como Waldo Albarracín o Luis Revilla no se sentían
identificados, o al ver los Twits de Samuel Doria Medina, lo insultaban
diciendo que él tampoco jamás será presidente. Por otro lado se vio a un
FelixPatzi con la gente de la gobernación abandonados en la avenida Montes, la urbe tampoco se siente
identificada con él.
Por eso el Movimiento
Al Socialismo MAS está recogiendo ese componente y categoría de Marx
“componente político”y sobre la influencia de Charles Tilly moviliza en esta
nueva sociología histórica, y después de dos años de ese 21F está mostrando cualidades
muy elevadas que se evidenciaron en la concentración en la histórica plaza de
San Francisco:
1.- En primer lugar el
Movimiento al Socialismo MAS se muestra como la única fuerza partidaria de
carácter nacional, con capital social, capital étnico, y sobre todo con
permanencia en la disputa ideológica, como el constructor del Estado
Plurinacional que enfrenta y busca la muerte de los “yoes” racistas y del “odio
real y de ficto desprecio en que el colono español y el blanco republicano han
envuelto y envuelven a la raza”
2.- Los movimientos
sociales son también un núcleo unificador, están presentes con el Movimiento Al
Socialismo, pero este 21f de 2018 tuvo un componente especial, un grupo
organizado de jóvenes que actuaron desde varias organizaciones, desde la
sociedad civil, desde las universidades, desde los colegios, desde los barrios
y desde sus sindicato, que también son microidentidades y microprocedencias
sociales y culturales, marcharon juntos por primera vez en estos once años en
defensa del proceso de cambio, entraron con la noción de la unidad y la bandera
de UNIDOS VENCEREMOS, la unidad aparece como núcleo organizativo básico, en
contra de las mentiras, en contra de esta guerra de cuarta generación, en
contra de todo el sabotaje a un gobierno del pueblo. Esa unidad en defensa de
los humildes.
Hoy la presencia de esos
jóvenes simpatizantes del proceso de cambio tiene mucha significación, como
novedad de esta forma de movilización con un norte político, y la novedad de
esta forma de movilización no recae en su existencia organizativa sino en su
capacidad de movilización colectiva, que además se convierte un semillero de
diferentes liderazgos, mucho más de los que ya existen.
Los liderazgos siempre
son alteridades, son alternancias, son plurales y democráticas, el Movimiento
al Socialismo está lleno de posibles liderazgos, muchos materializados ya, son
la fuerza de renovación de la acción política, pero sobre todo tienen una
representatividad, rasgo que los diferencia de los mediáticos “movimientos
ciudadanos” con sus liderazgos móviles.
Habrá que repensar el
momento histórico de las juventudes en el país y cuál es su rol en este proceso
de refundación en el que se encuentra Bolivia porque aunque lo nieguen o lo
invisibilicen la consolidación del Estado Plurinacional es irreversible.