miércoles, 24 de mayo de 2017

EL RELATO DEL ABORTO EN LA LITERATURA BOLIVIANA



Por: Sergio Salazar Aliaga*

A veces leo a la sociedad boliviana como si estuvieran en una novela policiaca, esa novela donde se plantea la cuestión, se plantea quien lo hizo, típica de las novelas clásicas, veo a un Sherlok Holmes por la Pérez Velazco, diciendo elemental mi querido Watson, o veo un cuadro del crimen de Van Gogh colgado en la calle Jaén, la niebla de Londres y los crímenes en la niebla se trasladaron al Illimani, ya nunca más Conan Doyle será el mismo después de haberse alojado en el piso 3 del Hotel Copacabana al lado del cuarto del Che y escuchar la noticia de su asesinato. Borges se sentía irracional y pasaba al octavo anillo en santa cruz, su última novela policial, su famoso círculo del infierno inspirada en Dante, el de la divina comedia.

Que grandiosa puede ser la literatura, el relato, lo dramaturgo, lo épico, lo lírico como ciencia de la literatura, pues en este relato se plantea la cuestión del aborto, ¿quién lo hizo? ¿Dónde está la asesina?, se lo censura, se lo pone como un delito ante lo divino.

Las y los pro-vidas se convierten en Jack el destripador que odiaba tanto a las prostitutas de whitechapel, odiaba tanto no pertenecer a ese grupo que terminó matándolas, perseguimos a las abortistas que están matando el mundo nos dicen hoy.

Los y las pro-vida terminan rompiendo con la literatura clásica para entrar en la fábula tratando de dar una referencia de lo humano “el embrión si tiene vida” o dejar una moraleja “si a la vida” como una moralidad de las acciones, como una crítica a la conducta universal, vuelve a su novela policiaca y trata de encarcelar a la asesina, a la abortista, la cuestiona ante la sociedad ante las instituciones, ante su institución católica.

Entonces, aparece Samaniego como su moralidad en las fábulas en código cristiano, pero aparece Menendez Pelayo señalándolo como voltereano e irreligioso, la idea central es que hay que darle a la sociedad boliviana la forma didáctica en la esfera de lo literario.

En la literatura clase-mediera por ejemplo, que es el sector con más porcentaje de identidad judeo cristiana, apostólica romana, católica y utilizan dichos como “Dios mío” cuando se sorprende de algo, por ejemplo: “se aprobara la legalización del aborto” y suspiran gritando “mi dios” en qué país vivimos, la sociedad ya no tiene moral, ha perdido toda ética… o cuando está a la espera de algo, por ejemplo una charla en la marcha por la vida, “esperemos que sigamos igual y que se respete la vida”, doña carmelita le responde: “si dios quiere será así”. También lo mencionan en afirmaciones contundentes: “Gracias a dios mis hijos se crían en base al respeto a la familia tradicional y no el libertinaje del diablo”

Eso también marca una literatura ya presidida por ciertos parámetros convencionales, sellando a la sociedad por comportamientos hipócritas, a falta de puritanismo social y disimulos elevados, como un García Lorca haciendo silencios tras las muertes que protagonizo en aquella guerra civil española que arrancaba el Cádiz de toda una nación, esa misma clase media juzgadora, policiaca, defiende a la transnacional con sede en el Vaticano.

Reprime a los divorciados negándoles la comunión, les da asco la palabra gay, homosexuales, lesbianas, etc, porque los desnaturaliza, pero si acepta a cientos de curas pedófilos que piden el diezmo cada semana en su iglesia.

Hoy son los mismos que luchan contra leyes progresistas, leyes de la salud reproductiva y salud pública en favor de la mujer, en favor de su derecho a decidir, no les interesa que mueran más de 500 mujeres al año en abortos clandestino, tampoco les intereso los miles de muertos en las dictaduras porque su iglesia era la primera aliada a la bota militar, porque la consiga de su libro sagrado, o su hashtag es “Si a la vida”, pero no a la vida de las mujeres que deciden sobre  su maternidad.

“Dios nos dio una cara, y vosotros te haces otra” decía en sus obras William Shakespeare hablando de la hipocresía. Sin embargo, la hipocresía no se la crítica por el precio de tener el equilibrio social, Foucault tenía una descripción en vigilar y castigar muy adecuada hasta nuestros días: “se mantiene el contrato social al costo de encerrar a los delincuentes en prisiones y a los locos encerrarlos en manicomios a nombre de su fe en la razón”, de su razón habría que decirles.

Entonces en la literatura boliviana hay un sector que por el momento no quiere “figurar radicalmente de la interrupción” como la categoría de Jeanne Marie Gagnebin en la revisión de las tesis de Benjamin que las ponía como “resistencia al engranaje político social” para permitir otra historia saliendo a la superficie.

*Guevarista perteneciente a la nueva generación marxista latinoamericana 

domingo, 21 de mayo de 2017

ABORTO: REPENSEMOS LOS DERECHOS HUMANOS



El tema del aborto ha revuelto los sentimientos de la sociedad boliviana y nos ha puesto como en las calamidades del Derviche Voltereano en “no decir más que lo se puede decir”, entonces lo que se puede hablar es de la ciencia natural, y no repensar en este caso los derechos humanos, y hay gente que se queda en el silencio, en el dolor, el hambre, la injusticia y todos los sometimientos que proponen las ciencias naturales, que muchas veces no son realidades del mundo en que los hombres vivimos. 

Pues la ciencia natural esclavizo a los derechos humanos, y lo convirtió en lo “natural”, la modernidad se encargó de mostrar a la naturaleza humana como eje ordenador de las relaciones sociales, económicas, jurídicas, inclinadas por el discurso de la razón. La “dogmática verdad” impuesta por la modernidad, ya Hegel decía el uso de la fuerza en virtud del desarrollo de la razón del movimiento denominado “espíritu absoluto”. Sin embargo existe una humanidad más allá de la humanidad planteada por la modernidad.

Bolivia está planteando una nueva mirada ya no individual racional, sino colectiva de comunidad, se piensa ya no en repetición sino se piensa en un devenir y eso significó el avance de derechos congelados, a los pueblos indígenas, al colectivo LGTB, violencia hacia la mujer y ahora con el tema del aborto desde la diferencia. 

A nombre de los derechos humanos, la iglesia y un siglo de colonialismo nos enseñaron que la vida es un don de Dios, y plantea un carácter sagrado, por eso la interrupción de un embarazo es considerada un asesinato, lo muestran al feto como un sujeto inocente, un futuro, una potencia y que parte natural de la familia, y que el aborto fomenta el libertinaje afectando a esa familia que es universal y coherente con los DDHH. 

Lo que se pretende es que se cambie su forma discursiva de los DDHH, desde la exigencia real, lo exterior constitutivo o la otredad, romper son esos saberes que se declaran verdaderos. El tema del aborto pasa por la salud sexual, reproductiva y salud pública en el ámbito sanitario y educativo de interés de los Estados. La interrupción del embarazo es por una petición propia y libre de la mujer. 

La Libertad  

En la Declaración Universal de los DDHH, se pone como un principio básico a la “libertad” la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana ¿ Humana? Quien define lo humano? Comencemos con lo católico con una etiqueta de lo humanos y se eliminaba a los que no coincidían, lo mismo con nazismo que terminó con un genocidio, hoy los derechos humanos sirven para justificar guerra, democracias y órdenes sociales. 

Michel Foucault  decía: “no podemos decir que la libertad o los derechos humanos han de limitarse a ciertas fronteras (...) lo que me asusta del humanismo es que presenta cierta forma de nuestra ética como modelo universal para cualquier tipo de libertad. Me parece que hay más secretos, más libertades posibles y más invenciones en nuestro futuro de lo que podemos imaginar con los derechos humanos”

Y para terminar cito a Frei Betto “sería necesario despenalizar el aborto para evitar su práctica clandestina, planteando su legalización sería una legislación a favor de la vida que haría surgir este problema humano de entre las sombras para ser tratado adecuadamente a la luz del derecho, de la moral y de la responsabilidad social del poder público”



lunes, 8 de mayo de 2017

QUIPUS, EL FUTURO DE UNA GRAN MARCA


Publicad en: http://produccion.gob.bo/2017/05/quipus-el-futuro-de-una-gran-marca/


Por: Sergio Salazar Aliaga

El Presidente Evo Morales aposto por impulsar una estrategia de conocimiento, ciencia y tecnología, algo que en Bolivia comenzaba a despertar, y justamente es la esperanza de confianza a nuestras futuras generaciones, los instrumentos al servicio del pueblo, un país en desarrollo. Uno de esos ejemplos es el lanzamiento del satélite Tupak Katari, la operación de la Agencia Boliviana Espacial (ABE) que observa la tecnología que está al alcance de las políticas sociales, comenzar hablar de conocimiento y por supuesto en la que nos enfocaremos en el artículo es en la creación de la Empresa Púbica Quipus.

La Empresa Pública Quipus, fue creada el 9 de octubre del año 2013, mediante Decreto Supremo 1759 con el fin de cerrar la brecha tecnológica en el país y tiene como principal actividad la producción, ensamblado y comercialización de productos tecnológicos como algo general, ¿Cuál es la importancia de está?

Habría que comenzar diciendo la economía de cada país tiene tres pisos:
1.- El primero piso es la economía de las materias primas que basada en los recursos naturales renovables y no renovables, comercio y transporte.
2.- El segundo piso, se llama economía de la industrialización de las materias primas, “cuando se pasa de la pequeña producción a la gran producción industrial”.
3.- El tercer piso es la “economía del conocimiento, de las ideas, de los saberes y de la tecnología.

Es por eso que si miramos en una retrospectiva histórica, nos damos cuenta que Bolivia no contaba con la consolidación de ningún piso económico, simplemente teníamos un medio piso, ya que consistía solo en la exportación de los recursos naturales no renovables, gas, hidrocarburos, y lo demás que es la parte de la producción de materias primas estaba en manos de empresas privadas, de extranjeros.

La Empresa Pública Quipus es un ejemplo de soberanía, de dignidad, de desarrollo y crecimiento del país ya el 2014 a un año de su creación se ensamblaron y distribuyeron 138.000 equipos classmate destinado a estudiantes de colegios públicos mejor conocido como fiscales. El 2016 comenzó con el ensamblaje y producción, habiendo vendido 730.279 equipos tecnológicos en todo el país.
En ese camino tecnológico ha hecho que Bolivia pueda tener la primera Planta Ensambladora de Equipos Tecnológicos de la Empresa Pública Quipus, ese involucro una apertura en la que trabajan seis decenas de técnicos que fueron capacitados en China, y que se producen 800 computadoras por día.

Hoy 2017 la empresa Pública Quipus lanzó dos nuevos modelos de computadoras portátiles i5 de 1Tera de almacenamiento, 4Gb  y 8GB con Software Libre o Windows además de la introducción masiva de soluciones RFID en el país, lo que permite masificar el uso de nuevas tecnologías en Bolivia y modernizar el registro y control de información mejorando la eficiencia de muchos procesos como son el tele peaje, control de inventarios, medicamentos y otros.

La importancia de la recuperación del gas, del petróleo, de las telecomunicaciones y la energía que se nacionalizaron fue la recuperación de este primer piso, para llegar al segundo donde vivimos la industrialización, y ahora vamos escalando al tercero por la economía del conocimiento, ciencia y tecnología, pero este conocimiento están a cargo de estas nuevas generaciones, las bases materiales las dio nuestro presidente Evo Morales, pero también estamos conscientes de la exigencia real impuesta por el desarrollo de la vida material de la sociedad, del proceso de cambio, del proceso de transformación que atraviesa Bolivia y de su revolución productiva y cultural.