jueves, 5 de enero de 2017

CECILIA LANZA, SE LANZA UNA DE MACHOS…(Un Alcalde Enamorado, el hombre enamorado es un poco hembra)




Por: Sergio Salazar Aliaga

El pasado 2 de enero Cecilia Lanza publicó un artículo en Página Siete llamado “Un alcalde Enamorado” y comienza diciendo “un hombre enamorado es un poco hembra. Porque a un hombre enamorado se le chorrean los pantalones que la cultura le ha impuesto al mundo masculino encargado dizqué de los asuntos de la razón, ciertamente serios e importantes (política, economía, gobernanza…). El mundo femenino, ya saben, lleva por encargo aquellos asuntos tan venidos a menos, propios de las revistas del corazón”.

Que trata de decirnos cuando menciona “un hombre enamorado es un poco hembra”, que el papel o el rol de la mujer en la historia siempre será ese linaje de mujeres piadosas, de sufrimiento, de sacrificio, donde actúan bajo el drama de comprender amar, limpiar y hacer caso a los caprichos del marido. Casi parecido a las descripción de la Virginia Wolf en el “Professions for Woman” con esa taxonomista de que la mujer es “el ángel del hogar”… Acaso el alcalde no se puede enamorar a su manera y tiene que ser hembra? 

¿Acaso la periodista intenta reforzar la dicotomía histórica del espacio privado y el espacio público insinuando que el amor es sólo cosa  de mujeres enclaustradas en el espacio privado y que a un hombre le queda grande la situación amorosa porque se debe al espacio público?

Además añade: “Como una ex olvidada, abandonada, está la ciudad” Me pregunto si la condición de ex pareja de un hombre deja siempre en el papel de abandonadas y olvidadas a las mujeres, pareciera que desconoce que hoy las mujeres también olvidan y también abandonan. ¿Por qué la desatinada analogía con las mujeres? En estos tiempos la re victimización, aunque sea de carácter simbólico, es lo que menos desean y aceptan las mujeres, si no te has enterado, Cecilia.

Me pregunto porque no se puede romper con esa figura de machismo con relación a la ciudad, ¿había que feminizarla así?

Retornemos a Virginia Wolf que decía… “Vosotras, que pertenecéis a una generación más joven y feliz, tal vez no hayáis oído hablar de ella, y quizá no comprendáis a qué me refiero con “el ángel del hogar”… intentaré describirla con la mayor brevedad posible. Era infinitamente comprensiva. Era inmensamente cautivadora. Era absolutamente altruista. Sobresalía en el difícil arte de la vida familiar. Se sacrificaba todos los días. Si había pollo, ella se servía el muslo, si había un barril, ella se sentaba en él. En suma, estaba hecha de modo que nunca tuviese un pensamiento o un deseo propio y antes bien, optase siempre por comprender y compartir los deseos y los pensamientos de los demás”… 

¿Cecilia quieres un Alcalde de “ángel del Hogar”? 

Y es que su artículo tan pobre recordando viejos años noventa como lo hacía con MacLean y su enamoramiento nos lleva a las clásicas novelas norteamericanas, basadas en el arquetipo de la familia moderna, Patricia Mellencamp denominaba a este hecho de situaciones domesticas como “cómica satisfacción de las mujeres” y Lanza ve a un Alcalde como a un sujeto domestico de la ciudad que vendría ser una “cómica satisfacción de la alcaldía”.

Su escasa elocuencia me lleva a pensar que si ve a una mujer de Alcaldesa seguramente diría una mujer “endurecida ya no resulta deseable” por eso no está enamorada. Y es que un hombre “No se enamora como hembra” se enamora a su manera, te pongo un par de ejemplos para romper con la heterogeneidad de las formas de funcionar del “enamoramiento” como lo hacía Hannah Arent y Martín Heidegger que ella le reclamaba “siempre tenemos que hablar de tu obra y no de la mía”, otro ejemplo simpático de enamoramiento es el de Nietzsche y Lou Andreas porque dan el paso estético a lo ético… O Marx y Jenny que es la que más me gusta y me adscribo muchas veces… La felicidad es la lucha. Y no es que subestimemos (la literatura por ejemplo, cómo cree el Vicepresidente), sino que también el amor se teoriza, el enamoramiento se teoriza. Y esas teorías hoy hablan de la negociación en el amor y de las nuevas masculinidades, quizá hace falta un poco de lectura académica sobre estos temas. 

Y digo esto porque soy un hombre enamorado y mi dimensión con ella siempre se basa en nuestras experiencias y no me siento en un mundo femenino o un poco hembra.

Me siento un hombre que quiere romper estos papeles típicamente destinados a los cánones de la moralidad patriarcal, burguesa, misógina y  machista…  Mi amor y mi enamoramiento es tan única y revolucionaria de profesar en este mundo y por eso me siento indignado cuando cuestionan al amor o al enamoramiento en sí… 

En lo demás admito que Revilla es uno de los peores alcaldes que tuvo esta ciudad maravillosa.
  

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