“Confieso que he vivido” es el
libro titulado de las memorias de Pablo Neruda, en él cita al comenzar: “Estas
memorias o recuerdos son intermitentes y a ratos olvidadizos porque así
precisamente es la vida. La intermitencia del sueño nos permite sostener los
días de trabajo. Muchos de mis recuerdos se han desdibujado al evocarlos, han
devenido en polvo como un cristal irremediablemente herido”.
Mi idea en este artículo es
hablar del rock; que es hablar de nuestras vidas también. Pertenezco a una
generación a la que el rock le modifico la vida, por más de que en Bolivia no
haya tenido un movimiento tan fuerte como en el resto de los países
sudamericanos, sobre todo en Argentina que es cuna del Rock latinoamericano.
Un día apareció mi amigo de
colegio Álvaro Vargas con un CD de los Beatles, él era el nieto del famoso
periodista de enfoques Cucho Vargas, tienes que escucharlos –me insistía- esa fue
la llave que cambió mi vida, después de eso pasaba horas de horas escuchándolos,
ellos fueron parte de mi formación personal y musical, hasta que complementé
con los filósofos franceses y la literatura beat y por supuesto con la trova
cubana.
En Bolivia el rock había llegado
tarde, a finales de los años sesenta, se puede decir que la banda fundadora fue
TheBonnyBoysHot’s que compuso sus propias letras, de ahí le siguió Los LovingDarks
que grabaron tres EP (extended play) es decir, muy larga para considerarse como
sencillo, y muy corta para considerarse como álbum, grabaron además temas de
los RollingStones.
Climax también participó en esa
etapa, unos años después apareció “Wara” en el 1973 cuando presentaron su álbum “El Inca”,
pero sin poder dejar lo nacional, así que tiene un tinte de folclore al rock,
sus fundadores Carlos Daza, guitarrista y compositor, y Omar León, bajista.
En el año 1986 yo nací, fue el
mismo año en el que nos dejó el escritor, filósofo, poeta, Don Jaime Sáenz, el mismo
que escuchaba a Anton Bruckner o al boliviano Simeón Roncal, fue también el que
escribió la novela “Felipe Delgado” donde aparece su maestro de música el
Maestro María Calixto Medrano y que tocaba en piano la “Ninfa” “Si te
encuentras con la Ninfa no le digas que llorado, dile que en los ríos me viste
lavando oro para su cofre, dile que en los ríos me viste lavando oro para su
cofre”. Muchos años después Jesús Durán y Willy Claure le pondrían la música.
En esos años 80 el rock pasó por
un stand by y aparecieron bandas de Heavy Metal, pero a nosotros nos interesa
el rock, así que a finales aparece una banda llamada Fox, banda que cambiara la
historia del rock.
¿El Grillo Rodrigo Villegas nuestro Spinetta?
El año pasado el Grillo volvía a
los escenarios, se había ido un año y más a estudiar a Buenos Aires, y para su
regreso me puse a pensar muchas cosas en la intimidad, de hecho escribí un
artículo que se publicó en el periódico Oxigeno, titulado “Grillo un
existencialista de la música”. Tocaba en el Teatro Municipal y en el primer día
de venta se agotaron todas las entradas, más bien ampliaron dos funciones más,
en la cual pude comprar mis entradas. ¡Por fin volvía uno de los pilares de
nuestro alicaído rock nacional!, pensé.
El Grillo se convirtió en un ser
de otro planeta, su energía, su maduración, su complejidad, sus discos. Su obra
cada vez va mejorando musicalmente y se vuelve inalcanzable dentro del rock
boliviano.
Me remonto a la banda Fox, que
después se transformaría en “Loukass” la banda más influyente que tuvo el rock
nacional, estaba compuesta por Grillo Villegas en la guitarra, Christian Kraussen
la voz, Martín Joffré en el bajo y Rodolfo Ortiz en la batería, la banda nace
en un ensayo en el famoso boliche “El socavón” donde después comenzarían a
tocar ahí por mucho tiempo.
Rodrigo tiene mucha influencia de
Luis Alberto Spinetta, un ejemplo es el parecido entre las canciones
"Resumen Paceño" de Loukass y Resumen Porteño de Spinetta, con el
tiempo Grillo tendrá su propio estilo. Mucho tiempo después emprenderá un
proyecto solo que se llamó la era “Llegas”.
A principios del 2000 tenía 14
años, exactamente no sé cuál fue el momento en el que mi cabeza hizo el famoso
clic, ese momento donde muchas creencias intimas se derrumban y comienza todo
un nuevo sistemas de valores, algunos la llaman como la iluminación doméstica,
las cosas establecidas pierden su peso, pero emergen otras que le dan cauce a un
nuevo camino hacia una nueva vida sin formulas, gobernada de sueños, de
descubrimiento.
Seguramente el proceso comenzó
antes, pero en ese tiempo hubo muchas cosas que me cambiarían, recuerdo que
existía un programa en la radio FM “Stereo 97” conducida por Pato Peters,
conocido como el “único pato al aire”, su programa se llamaba “Álbum Rock” de
lejos fue el mejor programa de rock en toda Bolivia, el programa era como guía
del rock, se conocía a los protagonistas. Un día de ese mismo año el Grillo
había presentado su disco “Pesanervios” grabado y masterizado en los estudios
de Fito Páez.
También hubieron otras bandas que
hicieron historia como “Coda 3” que nace en 1988, con los integrantes Omar
González en la voz y guitarra eléctrica, Gimmer Illanes, Simón Lujan, Vladimir
Pérez, Ricardo Sasaki y Gery Bretel, el 95 se cambian de nombre a “Octavia”
porque una banda de México se llamaba igual, y además porque salieron en la cadena
de música MTV con su canción “Después de Ti”, Sony MusicEntertainment firmaría
con ellos y los llevo a tener disco de Platino. Creo que toda mi generación
saltó y cantó con Octavia.
Siempre dije que esta vida es
como un libro donde uno siempre encuentra páginas nuevas, seguramente me faltan
varias páginas, no muchas pero me faltan. La banda se llamaba “Unit”, habían
salido del colegio Montessori, estaban en el curso de la hermana de un amigo:
Juan Pablo Calero un conocedor de música, de arte, arquitectura y muchas cosas
más, además sobrino de Sergio Calero dueño “La Obertura”, fue la primera vez
que pude escucharlos.
Para mi “Unit” era muy parecido a Nirvana, la
voz era la reencarnación de KurtCobain, era la de Coco David Bedregal, le
seguían Mauricio Cassis en el bajo, AndreDedeco en la guitarra y Gonzalo R. en
la batería. Su tema éxito fue “smellslikerevolution”.
En esa época comencé a frecuentar
el “equinoccio” cuna de muchas bandas y no solamente paceñas, era una veta de
la música, me transformé en una especie de invitado especial para las bandas de
rock del momento, ahí conocí a Desaire, Oz, Atajo, GoGo Blues, Son fusión, Querembas,
ciudad liquida, pateando al perro, Quirquiña y muchas más.
Podría decir que amasé una
cantidad de experiencias buenísimas, a Desaire los conocí porque hacían
tributos a los “Fabulosos Cadillacs” y me encantaba ir a verlos, la vos de Omar
Ríos era cuasi idéntica a la de Vicentico, además en ese entonces me di la
tarea de aprender a tocar guitarra y mi maestro era el guitarrista de Desaire Marcelo
Aguirre, después comenzaron hacer sus propios temas y llegaron al éxito,
también recuerdo que en uno de sus discos, creo que “Mala leche” tocaban “La
Balsa” de José Alberto Iglesias (Tanguito) que la compuso en el baño del bar “La
Perla” (del Once) y Litto Nebbia que la terminó. En lo personal es mi canción
favorita.
Llegaron los Festimusic de paceña
y se codearon con los más grandes, Gustavo Cerati, Aterciopelados, La Ley,
Diego Torres, Líbido, Octavia. Oz fue una banda que surgió en el Colegio San
Ignacio, eran Raúl Chávez, guitarrista, Gabriel Valdivieso (bajo) y Horacio
Guzmán (batería) y su vocal Pedro Pablo Siles. Con algunos compartimos lazos de
amistad, llegaron ahí impulsados por el “equinoccio” que tanto hablamos y su
concurso de Marathon Rock donde sacaron el tercer lugar.
Con Alejandro Delius, Reynaldo
"Gordito" Castañón, Sergio "Teto" de Ugarte hicimos mucha
más amistad, algunas parrilladas, algunos encuentros, también estaban Alejandro
"Negro" de Ugarte y Mateo Caballero, ellos me lo presentaron a
Gonzalo Gómez de Gogo Blues. La banda se llamaba Quirquiña, y tuvo un estallido
“pop star” no había lugar donde no se los escuche, “Clausura”, “repris” fueron los
éxitos que los llevaron a la fama.
Del 2000 al 2005 estaban
sucediendo muchos cambios, hubo un movimiento anti-neoliberal, aparecían nuevas
fuerzas sociales, de acción colectiva, una alianza de los grupos subalternos y
de la clase media, la política contra hegemónica, se expulsó a un presidente
que nos había capitalizado el país, aparecía una nueva subjetividad
invisibilizada, reaparecía el indígena en la historia, muchos grupos de rock
dieron señales a eso, cambios brutales, por ejemplo “Atajo” llegó a la máxima expresión de la
política, fue el momento de Panchi Maldonado produciendo canciones como “Que la
DEA no me vea”, “Hoja verde de la coca”, “Pulga presidente”, los iba a ver o
esperaba entrevistas en el mejor programa de ese entonces, propositivo, joven,
de izquierda como era Salamandra de Ángel Careaga.
Alguna vez escuché que no se puede
hablar de la historia y de la bohemia del barrio de Sopocachi sin mencionar al Matheus
Piano Bar, fundada en 1984 yo no había nacido todavía, fue uno de los primeros
bares donde se escuchó música en vivo, pasó por varios administradores, uno de
ellos Fulvio Ballón ex integrante de Jacha Mallku, grupo folclórico.
El año 2011 me toca pasar por
ahí, fue muy lindo porque en cierta manera me convertí en un icono paceño de la
Bohemia paceña, conocía poetas como Jorge Campero, músicos de primer nivel como
Gabriel Revollo, se leía Rimbaud y Baudelaire, pero a nivel de rock, habían
bandas muy buenas que se dedicaban a los tributos como “Liberpool” que hacían
tributos de los Beatles o “Hit”, un grupo de jóvenes que cantaba, Miguel
Mateos, Miguel Ríos.
Sin embargo ya no había letras
propias o influencias propias, Frank Thomas en su libro “La conquista de lo
cool” decía “El rock ha servido para vender revolución pero, sobre todo, para
vender coches, bebidas, moda o incluso hipotecas, en este tiempo ya no vende
nada, los jóvenes cambiaron los allstar y las chamarras de cuero por los
pantalones chupinis y lo queer, el rock ha muerto o está en extinción, el
lenguaje con el que se conecta a la juventud hoy es el reggaetón o el hip-hop.