domingo, 25 de noviembre de 2018

FIDEL CASTRO EN EL CALOR DEL FRÍO




Por: Sergio Salazar Aliaga

Me acuerdo que desde muy pequeño comencé a escuchar Silvio Rodríguez, un día de esos descubrí “el necio” y me pareció una canción muy corajuda, impactante, solida. En ese momento ya me estaba formando bajo un concepto claro “todos somos iguales” hoy puedo decir que me convertí más relativista y más pluralista.

Mucho tiempo después me entere que Silvio había escrito “el necio” pensando en Fidel Castro, en ese momento catastrófico del derrumbe del campo socialista y la caída del muro de Berlín, pero sobre todo la crisis de la ideología socialista.   

Es ahí que Fidel Castro apareció en mi vida, primero como un joven ortodoxo que pasa a organizar a 150 hombres armados para acabar con la dictadura de Batista, tratan de tomar por asalto un Cuartel llamado Moncada en Santiago de Cuba, fracasan y mueren casi todos, a él lo llevan 15 años de prisión en la isla de pinos y sale victorioso exclamando “La historia me absolverá”.

Fidel sale exiliado a México donde reorganizan al ejército de la revolución, ahí conoce a Ernesto Guevara el “Che”, toman la decisión de montar un barco (Granma) con 82 tripulantes y comenzar la liberación en Cuba…

No solamente habían liberado a cuba, habían liberado a la humanidad, ya son dos años de la muerte de Fidel y por supuesto que tenemos que hacer homenaje al líder de la Revolución Cubana, contando que paso cuando llego a Bolivia.

Ni ustedes ni yo, por supuesto, no hubiéramos podido imaginar siquiera aquella fría mañana de agosto de 1993, bajaba de su viejo avión soviético del 62, era Fidel Castro Ruz que llegaba a tierra boliviana, la paradoja indiscutible es que había un caluroso recibimiento.

Muchas veces la memoria tiene más interés en el futuro que en el pasado, así que intentaremos mostrar algunos de los pasajes importantes que tuvo nuestro comandante en su estadía, recuerdos que están todavía idealizados por la nostalgia.

Ya en el aeropuerto una masa popular esperaba coreando “Fidel, amigo, Bolivia está contigo”, “Fidel, hermano, ya eres boliviano”. Esa masa popular constituida de obreros que significo nuestro bloque histórico, campesinos, indígenas, estudiantes, hombres y mujeres y niños. Y es que Bolivia había salidos recién de un periodo de más de 20 años de dictadura, en Fidel encontraba esperanza, horizontes, historia de lucha, salir del congelamiento y mucho más.

Por eso el recuerdo es preciso su primer discurso a la gente desde la ventana del primer piso del hotel fue: “Cuba no está sola… Me dijeron que los pueblos del altiplano son fríos pero no he visto pueblo más caluroso que este…” Portando una taza de mate de coca, dando señales y respaldo a la defensa de la hoja de coca. Que luego en una conferencia de Prensa dijo” La coca no es cocaína, es medicina, contrariamente a la hermética posición norteamericana frente a la llamada diplomacia de la coca”.

En todo momento agradecía por cada gesto, y cuando se le entrego material escolar Fidel afirmo “Es conmovedor ver aquí a unos niños bolivianos, de un país que es considerado uno de los más pobres de América Latina, entregando material escolar para nuestros niños ¿Cuánto pesa esto?... un kilogramo, dos, pero ¿Cuánto pesa moralmente?... millones de toneladas.

En estos tiempos de juventud, Fidel Castro les decía a los estudiantes la Universidad Mayor de San Andrés: “Que el hecho mismo de vivir en el altiplano ya es un acto de heroísmo; subir esas montañas, cultivar la tierra, muchas veces a mano, y penetrar en la mina”.

También se refirió al tema marítimo donde fue bastante contundente: “A alguien se le ocurrió cuestionar nuestro apoyo con relación a la salida del mar; ese apoyo es algo que hemos hecho toda la vida, en todos los foros internacionales, por considerar que una de las cosas más injustas y dañinas al desarrollo es que Bolivia no tenga salida al mar ¡Ojalá pudiéramos regalarle un pedazo de mar! Estoy seguro que nuestro pueblo no tardaría ni un segundo en concederlo. El problema marítimo es una de las injusticias que persiste en este hemisferio y que debemos tratar de superarlo con nuestra lucha unida, con nuestra unión. Porque más que los derechos inalienables de cada pueblo a su vida y a su desarrollo, está el ideal de que no existan fronteras en nuestra gran comunidad latinoamericana”

SI LA ALTURA NO MATA AL VISITANTE, LAS EMOCIONES LO PUEDEN MATAR, por eso para cerrar estas palabras tendría que terminar citando a Silvio que dijo; "Fidel es como Prometeo, que repartió la luz entre los hombres.