Publicado: Periódico Cambio Impreso
http://apia-virtual.com/2018/11/27/fidel-castro-en-el-calor-del-frio/
https://kaosenlared.net/fidel-castro-en-el-calor-del-frio/
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Por: Sergio Salazar Aliaga
Me acuerdo que desde muy pequeño
comencé a escuchar Silvio Rodríguez, un día de esos descubrí “el necio” y me
pareció una canción muy corajuda, impactante, solida. En ese momento ya me
estaba formando bajo un concepto claro “todos somos iguales” hoy puedo decir
que me convertí más relativista y más pluralista.
Mucho tiempo después me entere
que Silvio había escrito “el necio” pensando en Fidel Castro, en ese momento
catastrófico del derrumbe del campo socialista y la caída del muro de Berlín,
pero sobre todo la crisis de la ideología socialista.
Es ahí que Fidel Castro apareció
en mi vida, primero como un joven ortodoxo que pasa a organizar a 150 hombres
armados para acabar con la dictadura de Batista, tratan de tomar por asalto un Cuartel
llamado Moncada en Santiago de Cuba, fracasan y mueren casi todos, a él lo
llevan 15 años de prisión en la isla de pinos y sale victorioso exclamando “La
historia me absolverá”.
Fidel sale exiliado a México
donde reorganizan al ejército de la revolución, ahí conoce a Ernesto Guevara el
“Che”, toman la decisión de montar un barco (Granma) con 82 tripulantes y comenzar
la liberación en Cuba…
No solamente habían liberado a
cuba, habían liberado a la humanidad, ya son dos años de la muerte de Fidel y
por supuesto que tenemos que hacer homenaje al líder de la Revolución Cubana,
contando que paso cuando llego a Bolivia.
Ni ustedes ni yo, por supuesto,
no hubiéramos podido imaginar siquiera aquella fría mañana de agosto de 1993,
bajaba de su viejo avión soviético del 62, era Fidel Castro Ruz que llegaba a
tierra boliviana, la paradoja indiscutible es que había un caluroso
recibimiento.
Muchas veces la memoria tiene más
interés en el futuro que en el pasado, así que intentaremos mostrar algunos de
los pasajes importantes que tuvo nuestro comandante en su estadía, recuerdos
que están todavía idealizados por la nostalgia.
Ya en el aeropuerto una masa
popular esperaba coreando “Fidel, amigo, Bolivia está contigo”, “Fidel,
hermano, ya eres boliviano”. Esa masa popular constituida de obreros que
significo nuestro bloque histórico, campesinos, indígenas, estudiantes, hombres
y mujeres y niños. Y es que Bolivia había salidos recién de un periodo de más
de 20 años de dictadura, en Fidel encontraba esperanza, horizontes, historia de
lucha, salir del congelamiento y mucho más.
Por eso el recuerdo es preciso su
primer discurso a la gente desde la ventana del primer piso del hotel fue:
“Cuba no está sola… Me dijeron que los pueblos del altiplano son fríos pero no
he visto pueblo más caluroso que este…” Portando una taza de mate de coca,
dando señales y respaldo a la defensa de la hoja de coca. Que luego en una
conferencia de Prensa dijo” La coca no es cocaína, es medicina, contrariamente
a la hermética posición norteamericana frente a la llamada diplomacia de la
coca”.
En todo momento agradecía por
cada gesto, y cuando se le entrego material escolar Fidel afirmo “Es conmovedor
ver aquí a unos niños bolivianos, de un país que es considerado uno de los más
pobres de América Latina, entregando material escolar para nuestros niños
¿Cuánto pesa esto?... un kilogramo, dos, pero ¿Cuánto pesa moralmente?...
millones de toneladas.
En estos tiempos de juventud,
Fidel Castro les decía a los estudiantes la Universidad Mayor de San Andrés:
“Que el hecho mismo de vivir en el altiplano ya es un acto de heroísmo; subir
esas montañas, cultivar la tierra, muchas veces a mano, y penetrar en la mina”.
También se refirió al tema
marítimo donde fue bastante contundente: “A alguien se le ocurrió cuestionar
nuestro apoyo con relación a la salida del mar; ese apoyo es algo que hemos
hecho toda la vida, en todos los foros internacionales, por considerar que una
de las cosas más injustas y dañinas al desarrollo es que Bolivia no tenga
salida al mar ¡Ojalá pudiéramos regalarle un pedazo de mar! Estoy seguro que
nuestro pueblo no tardaría ni un segundo en concederlo. El problema marítimo es
una de las injusticias que persiste en este hemisferio y que debemos tratar de
superarlo con nuestra lucha unida, con nuestra unión. Porque más que los
derechos inalienables de cada pueblo a su vida y a su desarrollo, está el ideal
de que no existan fronteras en nuestra gran comunidad latinoamericana”
SI LA ALTURA NO MATA AL
VISITANTE, LAS EMOCIONES LO PUEDEN MATAR, por eso para cerrar estas palabras
tendría que terminar citando a Silvio que dijo; "Fidel es como Prometeo,
que repartió la luz entre los hombres.