Por:
Sergio Salazar Aliaga
A propósito del
#DíaDelLibro
Un día, hace muchos
años, allá por el 2005… Generalmente los
libros comienzan así.
El actual Director de
la carrera de Literatura de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Omar
Rocha Velasco me dio un libro para que lo lea, era de Juan Recacoechea
“American Visa”, terminé llorando mucho, ya que el final es muy diferente al de
la película, de hecho no había película en ese tiempo, pero el hecho fue como una epifanía, ese día me volví un lector
y desde ahí hasta el día de hoy es lo único que soy, un lector.
Que placer tan
extraordinario es conocer gente que es exactamente como uno espera que la gente
sea… gente que lee, y no muchas veces se comparten las mismas ideas, pero es gente
generadora de ideas, por eso nunca he partido de la premisa de que si uno tiene
una “idea” y se enfrenta a la otra, ponga trincheras y no es relativismo, ya
que los libros construyen esa pluralidad, los libros construyen ciudadanía,
construyen personas pensantes.
Me ha pasado que en
estos largos años, conocí personas a las cuales valoro muchísimo por el
aprendizaje que uno puede exprimir de ellos, algunos hoy en el exilio, pero más
pronto que tarde estarán de nuevo. Gente de libros que siempre lograron que el
cerebro buscara la libertad.
Los libros hacen que el
cerebro conquiste la libertad, que viaje en libertad explorando distintas áreas,
distintas teorías. Muchas veces usé los
libros como un plan de acción y leí para aprender a vivir.
Cuando uno agarra un
libro y descubre un nuevo mundo, lo más seguro es que comiences a dudar de lo
que ya conocías o por lo menos lo cuestiones, porque te enfrentas a nuevas
realidades, con lo desconocido, con lo nuevo, con lo otro. Vas cambiando en
cierta manera, es una herencia marxista, siempre tener una actitud crítica, no
eres devoto a una creencia, todo lo pones en duda….
Las novelas cambian la
vida de los lectores, esa es la utopía del género como diría Robert Arlt “Hace
que un lector apasionado e ingenuo encuentre en los libros la autenticidad que
la realidad no la tiene”. O “somos lo que hemos leído o, por el contrario,
seremos la ausencia que los libros han dejado en nuestras vidas” como
manifestaba el escritor argentino Tomás Eloy Martínez.
Por ahí el libro más
importante y que inaugura la modernidad capitalista es el “Discurso del Método”
de Descartes…. hay algo grandioso ahí, quizá mágico… es la “duda” que nos enseña a dudar de todo,
de la religión, del aristotélico-tomismo, ambas inmersas en la metafísica. Descartes
planteó que el pensamiento requiere de libertad para ejercerse…
Usamos mucho el
exterior, para no vernos nuestro interior y cuesta mucho trabajo hacernos cargo
de nosotros mismos, porque es más fácil culpar a los demás.
Por ejemplo, la gente
usa la religión para no hacerse responsable de sí mismos, seguro escucharon a
la gente decir: “que dios dice”, “lo que diga dios, estamos en sus manos” “dios
mediante”, “primero dios”, etc…. O cualquier tema metafísico.
Un libro, una lectura
te hace dueño de tu propia vida porque conoces lo desconocido, es romper con esa
zona de confort, romper con tu sitio de seguridad y tu red neuronal se activa.
Sé que asusta hacerse
responsable, la responsabilidad existencial es muy difícil, porque la mayoría tiene miedo de tomar malas
decisiones, los libros ayudan a conocernos a nosotros mismos, a fantasear, a
soñar, a volar, tomar un libro es una responsabilidad, hay que pensar bien que
libro vamos a leer, el otro día desperté triste y me dije porque no leí más a
Borges, el “poema conjetural”, he
aprendido a separar su obra de sus declaraciones políticas, me estaba perdiendo
al mejor sin duda, pero feliz de conocer a Benedetti, Neruda, Nervo, Sábato y
muchos más, el tiempo puede ser perverso.
La gente cambia y
nosotros cambiamos
El mejor aprendizaje es
hacerte responsable de ti, y cuando controlas tu vida, y cuando sabes que
quieres en la vida, entonces sabes que puedes hacer por los demás, que puedes
hacer por el mundo, por el otro, y que capacidad tienes para hacerlo, y cuando
tú ayudas a los demás te descubres como una buena persona. El libro sirve para
saber cómo late tu corazón.