domingo, 24 de junio de 2018

LA IZQUIERDA ES DE BOLIVIA, ENTRE IZQUIERDAS Y DERECHAS




Por: Sergio Salazar Aliaga

El año 2014 Evo Morales ganaba las elecciones generales con más del 61%, fue el inicio del proceso de la industrialización gracias a la nacionalización, por supuesto que los debates empezaban a cambiar.

El nuevo bloque histórico indígena entraba en escena, pero la batalla estaba en la nueva correlación de fuerzas que no es nada menos que la lucha de clases, en la lucha social.

El nuevo Estado se cimentaba, la economía aumentaba, el PIB per cápita se triplicaba, la inversión pública fue la mayor de la región, comenzó a aparecer fuertemente el ahorro en el sistema financiero, los empresarios fueron beneficiados con utilidades en el sector privado. Bolivia fue uno de los países con menor inflación en la región, es decir comenzamos a tener un país viable, se estaba materializando las revueltas populares y de los movimientos sociales de comienzos de siglo, algo que irritó a la vieja derecha.

Para cerrar ese capitulado de las elecciones de 2014, a mi parecer el mejor análisis que leí en esa temporalidad lo hizo el Vicepresidente Álvaro García Linera que lo denominaba “el nuevo campo político” en ello explica la gravedad política post elecciones y dice: “El efecto gravedad fuerte”. Dentro del espacio euclidiano, que normalmente usamos en una hoja de cuaderno, el punto medio entre dos puntos, cualesquiera, se obtiene uniendo con una línea recta a ambos y hallando la mitad de dicha recta. Algunos analistas políticos aplican esta forma básica y primitiva de comprensión geométrica a la lectura de la sociedad y cuando se refieren al “centro político”.

Como se caracteriza el Vicepresidente bastante crítico con los analistas políticos u opinologos del país, les dijo: “No cabe duda que se trata de una lectura falsa y simplista, pues supone la existencia de “dos puntos”, es decir, de dos propuestas políticas polarizadas, con el mismo “peso” social, por lo que el “centro” político correspondería a aquellos que se ubican en la “mitad” de dichas propuestas. Pero, ¿qué sucede cuando no se tienen dos propuestas políticas polarizadas, sino una sola, mientras que las otras giran como satélites, más a la izquierda o más a la derecha, del centro unipolar?

Termina proponiendo una nueva forma de entender el panorama político en este caso el nuevo campo político con el que había terminado el proceso electoral, “Euclides aquí no ayuda mucho”.  Abusando de las analogías, el espacio de Riemann es más útil en este caso. Se trata de un espacio de cuatro dimensiones: ancho, largo, profundidad y tiempo. Einstein lo usó para graficar las curvaturas del espacio-tiempo bajo los efectos de la gravedad. Bajo estos supuestos, el “medio” de dos puntos no es la mitad de la línea recta euclidiana entre ellos, sino la mitad de la línea curva que los une, de manera que si la curvatura del espacio es muy pronunciada cerca de uno de ellos, visualmente la “mitad” estará muchísimo más cerca del punto que se encuentre en el borde de una curvatura del espacio. Esto, debido al efecto de gravedad que curva el espacio-tiempo.

En síntesis la propuesta de la izquierda, por el efecto de la fuerza de gravedad política, devino en “centro”,el campo político entero, que la sociedad boliviana entera se “izquierdice” en su totalidad hizo que el MAS ocupe el centro político.

En Latinoamérica el campo político cambió, muchos de los teóricos lo denominaron como el “fin de ciclo”, hubieron muchos frenos para la continuidad de estos gobiernos de tinte progresista, uno de ellos fue la no articulación para la creación del “Banco del Sur”, no poder salir de la vulnerabilidad, es decir generar una diversificación productiva, no se logró industrializar, ni generar integración energética entre los países aliados, en el derecho internacional no pudieron generar integraciones regionales, mucho menos comerciales con sistemas cambiarios, es más el dólar se hizo cada vez más fuerte y es parte de la crisis que vive hoy la argentina con una desvalorización de su moneda.

Al no haber generado un desarrollo productivo comenzó a sentirse la disminución de exportaciones de China, en vez de negociar como bloque de integración regional con ese país que va creciendo cada vez más, en generar Latinoamérica no pudo entrar en el neo desarrollismo mundial, y fue un intento fallido para la región, es por eso que la derecha comenzó a tomar terreno, el primero en ascender democráticamente fue en la Argentina con Mauricio Macri, lo mismo pasó en Ecuador con Lenin Moreno y el golpe judicial a Lula en Brasil, ese escenario marcó y muchos teóricos empezaron a hablar de  “fin de ciclo” y el intervencionismo de las derechas por el libre mercado. En Bolivia y Venezuela acusan de autoritarismo y de  recuperar la democracia, es un cinismo.

Recién en la VIII Cumbre de las Américas en Lima – Perú, el presidente Argentino ratificó su deseo de volver al neoliberalismo, apoyado con el presidente de Brasil Temer, es un retorno práctico al modelo de los años 90, entre ellos está el tarifazo de servicios públicos, retroceso en los avances laborales, a los trabajadores, en la educación y salud, en realidad es enfrentarse con los sectores populares, la desmoralización popular para comenzar el proceso de privatización y libre mercado. Me encanta la frase de Macri que dice “lo peor ya pasó” cuando es evidente que lo peor está por venir.

En Bolivia tuvimos el mayor crecimiento de la región, batiéndonos hoy en una isla de gobiernos de derecha post neoliberales, exceptuando a Venezuela que está en resistencia por la virulencia del petróleo encabezada por Estados Unidos y todas sus agencias de inteligencia, acechando. La paradoja a nivel continental es que en Bolivia el izquierdismo sigue en vigencia y en ascenso, y no es por el discurso antiimperialista del Presidente Evo Morales, es por la coherencia en el ejercicio de la práctica del poder que aumenta el choque con la clase dominante, pero que existe una redistribución de la renta, un buen manejo de su macro-economía y sus niveles de tensiones políticas bajan por el asistencialismo de la administración gubernamental.

Evo Morales y El MAS están para ganar las elecciones el 2019 por la crisis de representatividad que ocurre en la oposición que carece de propuesta, proyectos y de estructura política.

miércoles, 13 de junio de 2018

FICHTE: Una lectura de Marx


Johann Gottlieb Fichte es un filósofo Alemán del siglo XIX, que va ser parte de la filosofía idealista, junto a Schelling, Hegel, Hölderlin en su momento de lucidez antes de la locura, Spinoza, Herdery muchos más. Todos ellos influenciados por Immanuel Kant, que plantea una razón dividida en dos partes, la teórica y la práctica que se convierte en la acción ética, Fichte no abandona esa idea y parte de la acción práctica.

El idealismo es un movimiento filosófico que se genera en Alemania a partir de la filosofía Kantiana, muchos comparan ese momento como un esplendor parecido al de Atenas, y de por medio hay un romanticismopero la idea que va enriqueciendo esas ideas es la del ABSOLUTO mediante la autoconciencia.

Los idealistas alemanes parten de dos postulados; la eliminación de la “cosa en si” Kantiana y de la construcción del sistema; Fichte asevera que el absoluto es la conciencia cognoscente entendiendo la totalidad del mundo, pero terminará como un filósofo de la religión.

En ese tiempo o coyuntura se escribe “Escritos de juventud”, un texto de Friedrich Hegel que aparece como un primer programa del idealismo alemán o como la piedra fundacional en 1797 donde ya establecen la representación de la categoría “mí mismo” como un “ser” absolutamente libre, Fichte en esa temporalidad ya está planteando lo autoconsciente del “yo absoluto” y la “razón práctica”.

Es por eso la importancia de que en las lecturas de Marx estaba presente Fichte, es algo que va develar en la carta que le escribe a su papá en noviembre de 1837 donde le dice “nosotros los socialistas alemanes estamos orgullosos de tener nuestros orígenes no sólo en Saint Simon, Fourier y Owen sino también en Kant, Fichte y Hegel”, esas son las lecturas de moda o de la época que se están leyendo.

Que cosas interesantes encuentra Marx en Fichte, creo que algo fundamental es el concepto de “Praxis”, como teoría de la libertad, la subjetividad en la práctica, en realidad la libertad es su teoría, es importante entender que el idealismo de Fichte es una filosofía de la acción, es su sistema, es una concepción optimista del mundo y en la cual Marx ve al individuo como sujeto de superación, una racionalidad totalizante, ve un humanismo claro que burgués, pero como un punto clave de análisis para ver al “sujeto” como un fin y no como un medio.

Se podría decir que Fichte también abre un inicio al existencialismo, pues inaugura a un hombre libre, creador, sólo que acá hay una diferencia que es obligatoria aclararla, el padre del existencialismo es Kierkegaard, pero muy alejado del racionalismo al contrario de Fichte que es muy cercano y la relación que él maneja es totalmente dialéctica entre la esencia y la existencia, hay una racionalidad creadora como explicábamos en el anterior párrafo, para ese entonces Marx en su texto dieciocho brumario de Luis Bonaparte escribe: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre albedrio, sino bajo circunstancias con las que se encuentran, que existen y se ve en el pasado”, afirmación  muy fichteana.

Marx va tener una influencia en el pensamiento de Fichte, cuando se refiere a la idea filosófica de “concepción del hombre” y de su “práctica” por eso es tan importante. Mucho tiempo después Marx va encontrar el concepto de “enajenación”, que lo va a trabajar de dos grandes, del idealismo hegeliano que dice: “todo el mundo material es enajenación del espíritu” y de Feuerbach que le da la vuelta y dice: “la enajenación es el hecho de que el hombre considere como realidad externa y superior a él, es su propia obra”, es decir para Hegel considera el “espíritu” y para Feuerbach es la “materia”, para Hegel “Dios”, para Feuerbach el “hombre”.

Lo que le gusta a Marx en Hegel es el elemento “fichteano” de su pensamiento, “la negación de la negación como único verdadero acto”, lo que Marx ya en 1844 va entender “la naturaleza no es una creación ni una enajenación del espíritu sino la materia del trabajo” escrita en los Manuscritos económicos filosóficos, es así que un joven Marx es un asiduo lector de Fichte, como de muchas otras cosas más.