¿POR QUÉ LA NEGACIÓN DEL OTRO?: Entre MariCruz y Mujeres Creando
Por: Sergio Salazar Aliaga
Compañeras feministas les habla
un joven ciudadano boliviano no muy entendido en el tema teórico del feminismo,
pero activista de la lucha contra la violencia hacia la mujer en todos sus
niveles, soy marxista y de los que cree que el marxismo no es solamente la
teoría, que no es solamente un conjunto de libros, sino también implica una práctica
de vida para tener un mundo mejor.
Escribo esto porque me siento
consternado por los hechos que están pasando a raíz de la carrera organizada
por MariCruz Rivera “Yo soy mi primer amor”, donde se comenzó a cuestionar e
interpelar el actuar y el quehacer de dicha persona, y no así el eje central de ésta, que es su programa
“reforzar el autoestima de las niñas y prevenir la violencia contra la mujer”,
en el caso de que hubiera que criticarla.
Lo curioso es que el análisis de
nuestras opinólogas(os) como de grupos ya organizados, comienzan haciendo
hincapié en la persona, por lo personal
dejando de lado lo político, y les
pregunto ¿dónde queda la lucha contra la
violencia psicológica como física hacia la mujer? ¿Es meramente discurso?,
pues hay que preguntarnos a nosotros mismos porque no podemos otorgar fuerza de
evidencia a lo obvio, como decía Albert Camus, sino más bien hay que partir de
la existencia de condiciones objetivas favorables a nuestra crítica, hay que
partir de la aceleración del proceso de toma de conciencia de las masas si
queremos ser coherentes con nosotros mismos.
En primer lugar nunca negaré el
papel importante que generó la señora
María Galindo y Mujeres Creando en nuestra sociedad desde ese feminismo
anarquista que nos planteó, que sigue siendo un movimiento que busca la
autonomía de cada mujer, busca la emancipación, la despatriarcalización como la
denomina, que simplemente es la liberación del patriarcado como eliminación del
Estado en las relaciones sociales involuntarias.
La crítica que siempre le hice
pasa por una su visión política, y en no ser una corriente dogmática, por lo
que se pueden encontrar diversos planteamientos libertarios al respecto de lo
que es ser mujer, la feminidad, el feminismo,
etc. Yo no concuerdo con ella en muchas cosas, pues también creo que los
cambios sociales pasan por la toma del poder, están en torno al poder, como
horizonte y desafíos, que están en torno al capitalismo y están en torno a la
dialéctica, que es mi método del pensamiento para entender a los sujetos
sociales que se subsumen al sistema capitalista mundial como una totalidad.
Por eso me preguntaba fuera de lo
personal, fuera de cuestionarme si fue modelo de CORIMEXO o no? más allá de si
es un tema de autopromoción o no? Yo quiero buscar el énfasis de su desarrollo
de hoy buscar una nueva moral y una nueva manera de entender este mundo, sino
también de vivir como una gran reforma intelectual y moral que “eleve a las
almas simples” y construya una nueva forma de hegemonía cultural. Un proyecto
todavía por realizar.
De todas formas tanto MariCruz
como María Galindo y mi persona en este artículo no dejan de lado un eje
discursivo, como la central argumental de “24 horas” que es una obra maestra
del chantaje “es necesario que mi mensaje sea el único que llegue a la
sociedad” y nos devoramos el mercado de la comunicación de diferentes maneras,
como el fuxia o los grafitis.
Compañeras feministas lo que yo planteo, es dejar
resueltamente de lado la curiosa y malintencionada homologación que han
construido los partidarios del postmodernismo entre nuestro actuar
revolucionario, feminista en este caso, sino la inserción para la toma de
nuestra lucha, y claro que existe una diversidad y no es un tema de antropología al decir que no
todos somos iguales, y no todos pensamos igual, además desde el hecho de que
sería muy aburrido de que todos fuéramos iguales, pero esto nos abre a la
posibilidad de poder generar un diálogo un debate mucho más amplio del que
nuestras opinólogas(os) lanzaron, esto significa que para que yo sepa cómo es
el otro, y que el otro sepa cómo soy yo, se abre el diálogo político, ético,
amistoso, de personas, de feministas, etc., para comprender cuáles son sus
motivos, cuáles son sus sueños, las posibilidades que tiene, abrirse a la otra
persona y que la otra persona se abra a mí y ver que no estamos solos y que por
ahí el otro me complementa o yo le complemento al otro. No son tiempos para
caminar solos, o para tratar de construir solos, ya Borges decía de Pascal: “le
tocaron malos tiempos en que vivir, como a casi a todos o todos los hombres”
La negación es lo que se
convierte en la guerra política, por qué generar hoy una guerra entre mujeres,
por qué generar hoy una guerra entre dos visiones de activismos feministas. La
guerra es la negación del valor infinito de la vida humana.
Compañeras feministas porque no
luchar por todas, Dostoyevski decía “El bien y el mal luchan constantemente, y
el campo de batalla es el corazón del hombre”.
Y este artículo tampoco pretende
hacer una defensa de MariCruz, que así pareciera notarse, tampoco pretendo
habar de ella, simplemente me recordó a este pícaro escritor Jorge Luis Borges, que escribía un cuento
sobre una mujer, y decía: La que cambia dos veces de hombre, y suma tres, los
tres en una misma noche. La atrae siempre el más valiente de todos, el más
varón, el de más temple. En eso es constante. Pero apenas aparece algún hombre
que resulta de más coraje que el suyo, no duda en pasarse al forastero. Y
apenas a ese forastero lo arregla otro más hombre, no duda en pasarse otra vez.
Y claro Martin Kohan un escritor
argentino respondía: ¿Machismo? Machismo claro. ¿Pero acaso no es un lastre
machista, con el que lograremos acabar algún día, esta figura de “primera
dama”, por la cual una mujer se ve obligada a cambiar de hábitos y ocupaciones,
supeditada al trabajo que le salió al marido?
DESPUÉS DE TODO CUALQUIER
PARECIDO A LA REALIDAD, PUEDE SER COINCIDENCIA
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